Ruta 40: La magia en los ojos.

La ruta pasa por Collón Cura, paraíso de la pesca. Recorreremos la ‘Ruta de los siete lagos’ que une las localidades de San Martín de los Andes y Villa La Angostura. Es la principal zona turística de la región, conocida internacionalmente por sus paisajes de una belleza sin par y miradores panorámicos naturales, atravesando en su recorrido, los Parques Nacionales Lanín y Nahuel Huapi

Son más de 7 lagos los que se observan sin desviarse por los senderos laterales: Lacar, Machónico, Falkner, Villarino, Escondido, Correntoso, Espejo y Nahuel Huapi.

Al partir de San Martín de los Andes, se bordea el Lacar que acompaña los primeros kilómetros.

Va y vuelve, hasta alejarse definitivamente. Ya en el camino, la cordillera se extiende y la frondosidad de cipreses se abre paso entre las piedras.

 La carretera traza curvas que juegan, el viento, la lluvia y copos de nieve se deslizan suavemente.

La Cascada Vullignanco, postal inevitable en la ruta de los siete lagos. Puerta al Parque Nacional Nahuel Huapi. Muestra la maravillosa fuerza de la naturaleza. Es un salto de más de 20 metros que se parte entre las rocas y forma dos mantos.

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Asoman el Mirador Pil-Pil y el desvío al Cerro Chapelco. Más adelante se ve desde el camino, la laguna Fría, casi congelada, escondida entre los árboles y el lago Machónico, con un llamativo espacio natural de observación, que hace perder la mirada entre las gotas, el azul de sus aguas y la vegetación. El desvío a Lago Hermoso vale la pena. La selva cubre las laderas de los cerros que lo circundan, el azul profundo de sus aguas, el oleaje pintando de blanco la espuma hace comprender por qué lleva ese nombre.

. El cartel señala la salida del Parque Nacional Lanín y el ingreso al Parque Nacional Nahuel Huapi. El límite entre los Parques Nacionales Lanín y Nahuel Huapi esconde entre las ramas de los alerces, las lengas y pinos la Cascada de Vullignanco, (en voz mapuche: lagartija), con su salto de 35 m. partido en dos por la enorme piedra que divide el curso de las aguas.

A casi a 2 Km., sobre la izquierda, se alcanza el lago Falkner, con su amplia playa de arena y una majestuosidad que asombra. Su vigía es el Cerro Buque, con enormes torres de piedra negra, refugio de cóndores. Cruza un río que trae sus aguas del lago Villarino. Un poco más adelante, en pleno camino de ripio, con cascadas incipientes por la lluvia constante, hay que estar atentos, porque se encuentra el Lago Escondido. Su mirador ofrece vistas imponentes. Seguimos el sendero, la nieve no abandona, ya se acumuló.

Lago Espejo recibe ese nombre por el reflejo del paisaje de la orilla sobre sys aguas. Es muy tranquilo, ideal para descansar y estar en contacto con la naturaleza

 El trayecto lleva al Correntoso. Al atravesar el puente sobre el arroyo Ruca Malén, se vislumbran aguas cristalinas, troncos sumergidos y un viejo puente. Nieva copiosamente.

Lago Correntoso, el más grande de los espejos de agua del Camino de los 7 lagos con aguas de color verde transparentes y costas irregulares teñidas de lluvia.

Río Correntoso, paraíso de pescadores. El río más corto del mundo permite la pesca más deseada: truchas arcoiris, marrón y de arroyo

Quizás el lago Bailey Willis sea el noveno lago de este recorrido, pero no se alcanza a pensar, sorprende la belleza y aparece en su imponencia el Nahuel Huapi, abriendo todo su encanto ante la mirada de los viajeros.

Villa la Angostura cierra la etapa del Camino de los 7 lagos. La calidez de su gente, la variada oferta de actividades, gozando de la naturaleza plena, incitan a quedarse y disfrutar.