Pacto del vino y el tango
Published by desafiandorutas under mendoza, tango, vino on 1:30 En una entrada anterior, les comentamos sobre una nueva edición de “Tango por los Caminos del Vino” organizado por las Secretarías de Turismo, Cultura y Bodegas de Argentias. Hoy les contamos lo que vimos en una magnifica tarde entre ese pacto de vino y tango:
Tunuyán espera…. Con el majestuoso marco de la montaña nevada y el Tupungato como testigo, se recorta Salentein, bodega anfitriona de las notas del tango que llegan como traídas de lejos por los aires del Valle.
El camino anuncia el paisaje, se dibuja la cordillera, las nieves eternas, el sol que abraza y un cielo límpido.
Llegar a la Bodega Salentein es entrar en un espacio de ensueños, complace la naturaleza, la pureza del aire, los ocres y amarillos pálidos de la flora.
Innovadora, contemporánea…
Asoma el camino principal, senderos de piedras cortan el desierto al pie de la montaña, macizos de hormigón, anchas galerías, coirones hamacándose al pie de enormes esculturas… Minujin, Dompé, Gamara, Gomez La vista de la Capilla de la Gratitud invita al recogimiento. Pequeña, sencilla, austera, sobria. Piedra, metal y madera que se transformaron en paredes, altar, bancos y Cruz. Virtuosa y mística. Acariciada por el sol y el viento….
Asistir al mágico encuentro del tango y el vino, curiosear la cita era el destino. El escenario… único, la Cava con cientos de barricas de roble como única escenografía.
Caminar a la Bodega y llegar a la Cava se transforma en un pasaje a la ilusión de asistir a la reunión mágica. Las barricas de roble reciben a los invitados dejando un espacio para el deleite acompañado.
Frío de cava. Murmullos. La cámara central circular semeja un anfiteatro, inspiración de musas antiguas… Un piano sobre la estrella…. El halo de luz que cae sobre ella…
Comienza el hechizo, un coro de niños “Las voces del Valle” que asisten a dos escuelas primarias que funcionan dentro de las fincas de Bodegas Salentein y alumnos de una escuela primaria de Los Árboles, envuelven en notas a los asistentes. Emocionan los rostros de los pequeños enfundados en blancos guardapolvos. Una tras otra se desgranan las canciones. Aplausos sentidos…. Desaparece el frío ante tanto ‘calor’ humano.
Sobre la estrella del piso aparece Patricia Cangemi, al piano el maestro Juan Emilio Cucciarelli y las notas se esparcen, inundan cada rincón de la bodega, todo destila tango.
El tango está enamorado, enamorado de la voz de Patricia y del piano de Juan Emilio, pareciera que siempre estuvieron juntos.
La emoción y el sentimiento se hacen Tango en la Bodega. La caricia del arrabal a las cubas se siente, es una llamada al Vino, como un lazo invisible de amor.
Racimos de canciones se empeñan en el baile. Una pareja deleita con cortes, quebradas, uniones y mimos.
Vino, Tango y Baile están presentes. Beber, cantar, bailar es un sueño de los duendes de la bodega que, ente cubas, toneles y barricas, danzan en un paisaje extraordinario… cada rincón de la bodega.
Patricia hilvana historias y tangos, el maestro Cucciarelli ‘arranca’ notas emblemáticas y las transforma en frutos llamados melodías.
Mendoza es tango, Mendoza es vino.
Llega el final no deseado, la magnífica bodega cumplió su cometido: fue testigo silencioso, escenario único para el baile de duendes y genios llamados por el sonido del vino enamorado llenando una copa para convidar al tango en un eterno romance de colores, notas, sabores, sonidos…
Al salir, un brindis de uvas disfrazado de vino se comparte entre invitados, turistas, artistas…. Los sentidos se dispersan, sabor y aromas de vinos, expresiones de gusto por el espectáculo vivid, sonrisas de amigos..
Experiencia maravillosa el encuentro del vino y el tango…. Ambos enamorados de Mendoza
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